Los sensores de riego son una herramienta clave para optimizar el consumo de agua y mejorar el rendimiento de cualquier sistema de riego avanzado. Sin embargo, su eficacia depende en gran medida de una correcta instalación y configuración.
En Arux Ingeniería, con nuestra experiencia en soporte técnico avanzado, hemos detectado una serie de errores comunes en la instalación de sensores de riego que limitan su funcionamiento o incluso provocan resultados contraproducentes. Te los explicamos a continuación para que puedas evitarlos.
Seleccionar el sensor inadecuado para el tipo de suelo o sistema
Uno de los errores más frecuentes es utilizar un sensor que no es el más adecuado para:
- El tipo de suelo (arenoso, arcilloso, franco…).
- El tipo de cultivo o vegetación.
- La configuración del sistema de riego.
Por ejemplo, un sensor de humedad del suelo con un rango de lectura limitado no dará buenos resultados en suelos con alta variabilidad en la retención de agua.
Recomendación:
Antes de adquirir un sensor, es fundamental realizar un análisis técnico y seleccionar el dispositivo más adecuado para las condiciones reales del sistema.
Colocar el sensor en una zona no representativa
Otro error común es instalar el sensor en un lugar que no refleja las condiciones medias de la zona que se quiere controlar.
Errores típicos
- Instalarlo en una zona de sombra cuando la mayoría del área está soleada.
- Situarlo en un punto de encharcamiento o drenaje atípico.
- Colocar el sensor demasiado cerca de emisores o elementos de borde.
Recomendación
El sensor debe situarse en una zona representativa de la parcela, con características de exposición solar y humedad similares al promedio del área a controlar.
Instalar el sensor a una profundidad incorrecta
En el caso de sensores de humedad del suelo, la profundidad de instalación es crítica. Si el sensor se coloca demasiado superficial o demasiado profundo:
- No detectará adecuadamente la zona activa de raíces.
- Dará lecturas poco útiles para la programación del riego.
Recomendación
Instalar el sensor a la profundidad correspondiente al horizonte radicular activo de la vegetación que se está regando.
No verificar la correcta integración con el sistema de control
En ocasiones, aunque el sensor esté bien instalado físicamente, no se integra correctamente con:
- El programador de riego.
- La estación meteorológica.
- La plataforma de gestión.
Esto provoca que los datos del sensor no se utilicen adecuadamente para ajustar el riego, anulando gran parte de su valor.
Recomendación
Verificar la correcta comunicación entre el sensor y el sistema de control. Comprobar que la programación del riego responde efectivamente a los datos que aporta el sensor.
Falta de mantenimiento y calibración
Por último, un error frecuente es olvidarse del sensor una vez instalado. Como cualquier dispositivo, los sensores requieren:
- Limpieza periódica (en función del tipo de sensor).
- Revisión del cableado y conexiones.
- Calibración según la evolución del sistema y el suelo.
Sin este mantenimiento, es muy habitual que los sensores acaben proporcionando datos erróneos o inconsistentes.
Recomendación
Establecer un plan de mantenimiento periódico y calibración, especialmente en sistemas críticos como los de campos de golf o grandes parques urbanos.
La instalación correcta de sensores de riego es esencial
Los sensores de riego son una herramienta extremadamente útil para optimizar el consumo de agua, pero solo si se instalan y gestionan correctamente. Al evitar los errores en la instalación te permite:
- Obtener datos fiables y representativos.
- Programar el riego de forma más precisa.
- Ahorrar agua y energía.
- Mejorar la calidad del césped o la vegetación.
- En Arux Ingeniería te asesoramos en:
- Selección del sensor adecuado.
- Instalación profesional.
- Integración con sistemas de control avanzados.
- Mantenimiento y calibración.
¿Quieres mejorar el rendimiento de tu sistema de riego con una instalación de sensores optimizada? Contáctanos y te ayudaremos a implantar la solución más eficaz.